Dedicado a: María Esneyder, Daniel Alfredo y a mí Madre

domingo, 28 de diciembre de 2014

Un nuevo libro: Para leer a través de la Web

Desde el Fondo: La historia de un hombre

D
esde el fondo, es la recopilación de escritos de un hombre que sufrió el flagelo del alcoholismo, narra lo que le aconteció en su vida como bebedor. Su historia de vida es compartida, a partir de que encontró una solución a su problema con el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas. A través de la práctica de un sencillo programa de recuperación, el protagonista de ésta historia narra su proceso de recuperación y como fue liberado de las garras del insano rey alcohol.

Portada

Desde el fondo

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miércoles, 12 de noviembre de 2014

El acto de crear

Crear

El acto de crear, se genera en ese momento, en el cual, el ser humano se sumerge en la creación de una nueva obra, impulsado por la constante observación de su entorno, de los hechos y acontecimientos propios y / o ajenos, que lo afectan de alguna manera. Esa acumulación de experiencias, se convierten en su "capital de base", el cual le entrega los insumos para la creación de la obra. El acto de crear requiere de disciplina, constancia y trabajo, y tal vez, de un poco de "ocio creativo". La creación artefactos artísticos, no se limita exclusivamente, al ámbito de los artistas (pintores, escultores, ceramistas, grabadores, arquitectos, músicos, las artes del cuerpo, diseñadores), si no, que en otros oficios, no considerados como arte, también existen procesos de creación (un zapatero, por ejemplo).

Imagen de Jesús Rodríguez, digitalizada. 2014
 

lunes, 10 de noviembre de 2014

LIBROS

Escribir para Aprender: Cuentos que Cuento

Año 2012

Escribir para Aprender


 Transformación de la Libélula y Otros Cuentos

Año 2014
Transformación de la Libélula

Cuento

Lejanías

Sus miradas se cruzaron desde la lejanía, un frío intenso penetró sus cuerpos ausentes, desde que se cocieron en un vagón sombrío del metro de Buenos Aires, ya habían pasado algo más de cinco años. Un recuerdo de nostalgia cubrió el espacio del pasillo; una tímida sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer, su mirada esquiva se aleja en el horizonte. Él con un conmovedor saludo, cruza la baranda tratando tímidamente de acercarse a ella; una lejana melodía se esfuma en el aire... tú eres, la que puedes pintar de mil colores, mi vida... El tiempo simula detenerse y la corta distancia que los separa, parecen los kilómetros que apartan a Bogotá de Buenos Aires. El ambiente se congela en el tiempo, no hay lugar, no hay distancia. El aire se agota y el latido de los corazones se confunden, en una noche de locura, que en el lejano tiempo de la ausencia, se convierte en una fantasía, en un idilio no realizado; no permitido por el verdugo, en que se convierte la distancia. Desde la última noche, en que se despidieron en cercanías del obelisco, mientras observaban una pareja de tango bailar; después de cenar en un restaurante italiano, habían transcurrido muchas lunas, sin una comunicación, sin un correo, que diera noticias de alguno de los dos, como si hubieran llegado a un acuerdo tácito, de romper con cualquier comunicación. Y así se había cumplido, y ahora en pleno centro de la andina Bogotá, se volvían a encontrar, sus mentes anuladas por un extraño hormigueo en el estómago, esa sensación de abandono y el dolor producido por años, desaparecía y un cordial "te perdono" no pronunciado, parecía flotar en el aire frío, mientras una luz dorada se desvanece entre la pareja.
Copyright © 2014 JESÚS RODRÍGUEZ.
Todos los derechos reservados.

"Reflejo" Foto: © 2014 Jesús Rodríguez

martes, 23 de septiembre de 2014

Transformación de la libélula y otros cuentos


El acto de escribir requiere de constancia, motivación, gusto. He trabajado constantemente en la preparación de un segundo libro de cuentos, titulado "Transformación de la libélula y otros cuentos" [El primer libro: Escribir para Aprender; Cuentos que cuento, año 2012]. Son cuentos que narran esas transformaciones de tipo emocional que afectan la vida de personajes ficticios, y que cuenta esas emociones, que producen las experiencias en las relaciones con el "otro" y con el "yo". Son personajes que evocan a través de sus recuerdos, la melancolía que genera el fracaso, la impotencia. "La Transformación de la Libélula" es precisamente, esos cambios que a nivel metal experimenta su personaje Martín, un hombre solitario, que se confunde entre lo real y lo imaginario, transforma su mente y se involucra con los recuerdos del pasado, éste cuento se divide en cuatro secciones, que se complementan en una segunda parte con ocho cuentos, que giran entorno de la ausencia, de las carencias, de los diferentes personajes.
http://www.autoreseditores.com/jalfredo1967

domingo, 24 de agosto de 2014

Cuento

Estoy trabajando intensamente en la preparación de un libro de cuentos que podría tener como título "La transformación de libélula y otros cuentos"© hoy presento el borrador de uno de esos otros cuentos.


Otros cuentos: "Abandono"©

Sintió un vacío en su pecho, como si algo se le hubiera arrancado del alma. Miró a través del ventanal del autobús, a lo lejos los edificios se confundían en una malla de concreto. Un extraño sentimiento de ausencia invadió el interior de su pensamiento; una luz oscura nubló sus recuerdos, trató de comprender el origen de tan dolorosa sensación, pero ningún recuerdo se hizo presente, todos huían desesperados. Las bombillas eléctricas del alumbrado público se encendieron con la primera sombra de la noche; divagó por un mar de recuerdos, pero ninguno le aclaraba aquella fría sensación de abandono, de ausencia. ¿Será la soledad? -Se preguntó- una y otra vez, nadie respondió, sólo apareció en el ambiente un frío penetrante, frío que baja de las montañas y cobija sin compasión el cuerpo del hombre.
En su mente confusa aparece una imagen – recuerdo; el rostro de una mujer que se confunde, se desvanece en los años pasados, en el tiempo que se aleja en la distancia de los días. En la imagen – rostro él, alcanza a ver dibujada una bella sonrisa con un leve dejo de tristeza, la imagen se confunde con los ruidos de la noche y se aleja con una mirada dulce pero triste, mirada que produce la distancia del tiempo, que produce la ausencia, que produce la misma muerte. «Sí, por fin comprendo» -Se dice el hombre- apesadumbrado -esa sensación de soledad y de vacío, siempre ha sido ella-. Ella que una mañana de abril cerró sus ojos para siempre. Antes de llegar a casa, el hombre se deja llevar por la melancolía y después de un ensordecedor estruendo, todo se ilumina y una suave luz intensa, lo abriga con un tibio calor.
©
Jesús Rodríguez

"...todo se ilumina y una suave luz intensa..." Foto Jesús©



sábado, 23 de agosto de 2014

Cuento

Transformación de la libélula

En las últimas semanas he venido trabajando en un cuento, que narra la historia de un hombre agobiado por la soledad y la desesperanza y quién sufre una transformación a nivel psíquico y se ve enfrentado a la evasión de la realidad producida por su débil personalidad. Comparto un fragmento del cuento:

«El tiempo ha mejorado» Piensa Martín, mientras observa la belleza del bosque, que se muestra más cálido y luminoso. Muy diferente a lo que la visión humana puede observar. Sus sensores térmicos le permiten ver de otra manera el mismo mundo, el mundo de otros seres que jamás determinó. Siente el aire sobre su nueva piel y se deja llevar por la suave brisa que golpea las ramas de los árboles, ya es mediodía.
Su mundo ha aumentado de tamaño, pero, todo es más cercano ahora. Avanza más rápido y se siente muy bien planeando en el aire. Siente un especial agrado por los cambios en su ser, da varios giros por el bosque que cerca el lago. Observa la cabaña y su chimenea que sobresale por el techo de paja, y por la cual se esparce por el aire una ondulante columna de humo. En un acercamiento arriesgado observa al anciano y la joven conversando en un rincón de la cocina. El anciano se percata de la presencia del insecto, que planea en movimientos horizontales, se acerca a la ventana visualizando el perfil del anciano. ©
"[...]se deja llevar por la suave brisa que golpea las ramas de los árboles, ya es mediodía."
Foto: Jesús 
©

jueves, 21 de agosto de 2014

Cuento

Los recuerdos del maniquí©

El maniquí miró con tristeza a través del vidrio, observó con admiración las miradas curiosas de los transeúntes. Recordó por un instante el amor lejano, el amor de su vida; aquella niña de ojos oscuros que siempre admiró y de la cual nunca supo su nombre. Recuerda los recreos en la escuela, cuando el sol comenzaba a caer y su luz amarillo - naranja acariciaba el prado y el jardín de rosas en el patio de descanso. Por su mente de plástico corre la niña de un lado a otro, en un patio escolar atestado de niños y niñas. Ella se desvanece en su recuerdo pueril. Un amor tan lejano, tan ausente, pero, tan vivo. Las sensaciones de aquel recuerdo invaden su piel artificial; tiembla emocionado. Afligido por éstos extraños sentimientos, deja caer su rostro lentamente y se queda todo él, suspendido en el tiempo. Afuera en la calle las personas siguen su camino.©
"Afuera en la calle las personas siguen su camino" Foto Jesús ©

Transformación de la libélula

Un pequeño adelanto del cuento:

«No soy nada…, no soy nada…» se repite una y otra vez mientras la oscuridad es absorbida por su piel, los latidos de su corazón como sonidos de una antigua maquinaria de relojería traquetean en sus oídos, un frío polar estremece sus huesos, como tragándoselos, ya no hay caballo, no hay sueño; una voz apartada que estalla en su cerebro martillando sus recuerdos, «no escucho» se repite como saliendo de sí mismo y mirándose a sus propios ojos, «¿Qué dice esa voz?» pregunta, gritando desesperadamente, sin escucharse, se esfuerza por pronunciar palabras, pero éstas se ahogan antes de ser pronunciadas y como un hilillo de humo desaparecen en el aire, de ese hilillo ascendente de humareda y por una misteriosa magia, una larva acuática florece y se convierte en libélula que revolotea por el aire con sus alas transparentes, Martín se observa a sí mismo desde diferentes ángulos, a través de los ojos compuestos de la libélula, se ve repetido varias veces tirado en el piso y desnudo, con una extraña luz polarizada que lo envuelve, la libélula juguetona con el aire se acerca y se aleja al cuerpo desolado, abandonado. Con admiración y asombro se ve reflejado en los ojos del odonato; un dolor intenso en los huesos lo hace volver a su realidad, pero, sus ojos abiertos no ven, sólo siente la ausencia de luz, luz esquiva, luz fugitiva.
Pintura al óleo. Autores Daniel y Jesús

domingo, 25 de mayo de 2014

Transformación de la libélula: Cuento

Adelanto una parte de mi nuevo cuento.

...mira hacia todas las direcciones, «antes he estado aquí» le dice a la mujer a quién mira directamente a los ojos, ella esquiva la mirada punzante; «desde luego, siempre ha pertenecido a éste lugar» le contesta con cierta severidad. Un largo silencio se apodera de los pensamientos, un ahogado trinar de canarios se escapa por el aire seco; se miran a los ojos fijamente como tratando de leer y entender al otro ser, no al de carne y huesos, sino al otro.
San Telmo, Buenos Aires, 2012. Foto Jesús©

sábado, 17 de mayo de 2014

Transformación de la libélula

Trabajando en un nuevo cuento: Transformación de la libélula

"...un rayo de sol después de la hora de almuerzo, invita al descanso y al relajamiento de las horas vividas en el transcurso del día, Martín sentado sobre un viejo sillón desgastado en una esquina sombría de la habitación desmoronado, sin ganas de hacer alguna cosa, desilusionado por la cadena de fracasos en los últimos años; mira a través de la ventana por la cual el ruido de un avión lejano que desaparece a su destino, una luz clara deja entrever una nube esponjosa como copo de algodón; se deja llevar por los recuerdos esquivos, se incorpora pesadamente como queriendo permanecer inmóvil, hace un último esfuerzo y endereza sus rodillas, asoma su rostro por el ventanal y observa pasar un automóvil silencioso que se pierde al final de la calle, más atrás una mujer distraída con un niño de brazos camina por la acera, se desvanece en la distancia; en tanto la luz solar se intensifica en el interior del cuarto y se desplaza con lentitud sobre el piso. Un motociclista pasa raudo montado sobre el viento y como una ráfaga se esfuma."
Nubes, Foto: Jesús