No sólo escribo: También leo (I)

Lo que estoy leyendo

"Antes que escritor lector" es la frase de varios autores, muchos de ellos de renombre internacional. En el primer semestre de este año participe de un Taller de Creación Literaria (excelente taller) y el coordinador siempre insistió en la importancia de ser buenos lectores, leer y leer y leer. Debo admitir que a diferencia de los mejores escritores del mundo, yo no soy buen lector, desde siempre me a gustado comprar libros, algunos los leo (y no los recuerdo), otros se llenaron de moho olvidados en el estante de la biblioteca. Pero últimamente he tenido un interés casi enfermizo por la adquisición de libros de cuentos, no sólo impresos en papel, sino también en formato e-book.

Cuentos completos, Truman Capote (Anagrama)

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De joven mi acercamiento a Truman Capote [1924-1984], fue a través del Magazín Dominical de el diario El Espectador, recuerdo artículos relacionados con el autor y seguramente uno que otro cuento publicado en las páginas de la revista de los domingos. Siempre estuvo ahí guardado (no sé dónde) pero me llegó la hora de leerlo y ya lo leí. Mi lectura sin prejuicios y con mente abierta me ha llevado a descubrir a un escritor que maneja el diálogo  con maestría ubicando sus historias y personajes en ambientes de melancolía y de ausencias. Todo ello a través de veinte relatos. Centrado en su literatura más allá de su personalidad y el mundo del espectáculo del cual hizo parte, me encuentro con un escritor que se adentra en la soledad de sus personajes y explora los sentimientos que se dan en las relaciones entre las personas, me ha impactado el cuento "El invitado del día de acción de gracias" (1967) Seguramente porque es mi año de nacimiento y trata de un tema actual como es el del acoso escolar, donde un niño carente de afecto (y hasta maltratado) saca todo su rencor y odio en contra de uno de sus compañeros más pequeño. Lo terminé de leer.

Cuentos escogidos, Antón Chejov (Editorial Porrúa)

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Hebe Uhart, escritora argentina le sugiere a los asistentes a sus talleres de creación literaria, la lectura de Antón Chejov [1860-1904] como requisito para asistir. Y por recomendación de ella en una charla en el marco de la FILBO (Feria del Libro de Bogotá 2015), me tomé la tarea de conseguir uno de sus libros. Toda la vida había escuchado maravillas de la escritura de Chejov, pero no lo había leído. "Es natural que los hombres cuenten historias..." dice en el inicio del prólogo del libro y a medida que leo los cuentos descubro la naturalidad que tenía el autor para narrar sus historias de una manera jovial, tenía el don de la improvisación. sus historias relatan la vida de personas común y corriente que se ven envueltas en situaciones, que más qué dramáticas terminan siendo cómicas.